La inteligencia emocional es clave en nuestras vidas. Daniel Goleman la definió como «la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones». Se trata de la habilidad de manejar situaciones y conflictos adecuándonos a la situación y ser capaces de actuar con autocontrol y de manera reflexiva.
En las familias en muchas ocasiones se producen conflictos o situaciones que se escapan al control de los padres o de los hijos. Por ello, el contexto familiar es uno de los ámbitos en el que debemos emplear la inteligencia emocional para saber cómo gestionar, precisamente, las emociones y sentimientos que nos producen ciertas situaciones adversas. Generar un ambiente positivo y alejado de situaciones conflictivas y tóxicas es imprescindible para que las relaciones familiares sean sanas y saludables. Por eso os dejamos con este recurso: Inteligencia emocional: el secreto para una familia feliz. Una guía para aprender a conocer, expresar y gestionar nuestros sentimientos con información, ejercicios, pautas para trabajar las emociones y cómo mejorar la gestión de las emociones en el ámbito familiar y con nuestros hijos.