Detrás de cada dificultad para concentrarse, comunicarse o comprender el entorno hay una historia que merece ser escuchada. Los trastornos del neurodesarrollo no definen a quien los vive: son formas diferentes de percibir, sentir y aprender.
Acompañar estos procesos implica mirar más allá del diagnóstico, reconocer las capacidades y ofrecer apoyos ajustados a cada persona y su familia. En Albores trabajamos desde la comprensión, el vínculo y la adaptación al ritmo de cada uno, promoviendo la autonomía, la confianza y el bienestar compartido.
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Las primeras experiencias de vida dejan una huella profunda en el desarrollo del cerebro y en la manera en que los niños y niñas perciben el mundo.
La falta de seguridad, la exposición a estrés o la ausencia de vínculos estables pueden afectar la atención, la regulación emocional y las relaciones futuras.
Desde Albores, trabajamos para comprender cómo la adversidad influye en el neurodesarrollo y acompañar a las familias en la construcción de entornos seguros y reparadores donde volver a crecer con confianza.
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El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) es una alteración del neurodesarrollo causada por la exposición prenatal al alcohol.
Sus efectos pueden afectar la atención, la memoria, la regulación emocional y las habilidades sociales,
impactando la vida cotidiana y el aprendizaje.
Desde Albores, trabajamos junto a las familias para comprender estas dificultades, promover la autonomía y construir entornos que favorezcan la inclusión y el desarrollo integral.
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El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no define a una persona, sino una forma diferente de procesar la información,
comunicarse y conectar con su entorno.
Cada niño, niña o adolescente en el espectro es único, con fortalezas y necesidades propias.
Desde Albores, acompañamos a las familias en la comprensión del desarrollo, promoviendo la comunicación, la autonomía y la inclusión desde una mirada respetuosa y cercana.
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Las dificultades para concentrarse, mantener la atención o controlar los impulsos pueden generar frustración, bajo rendimiento escolar y conflictos en casa.
Estas dificultades no siempre implican falta de esfuerzo, sino diferencias en la forma de procesar la información y regular la conducta.
Desde Albores, acompañamos a niños, adolescentes y familias a comprender estos procesos y a desarrollar estrategias que faciliten la adaptación, el bienestar y la autonomía.
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Las dificultades de aprendizaje no solo afectan al rendimiento escolar. También impactan en la autoestima, las relaciones con los demás y la dinámica familiar.
Cuando el aprendizaje se convierte en una fuente constante de frustración, la mirada, la paciencia y la comprensión del entorno se vuelven esenciales.
Desde Albores, trabajamos para identificar las causas, acompañar a las familias y ofrecer estrategias que ayuden a transformar la experiencia del aprendizaje en una oportunidad de crecimiento y confianza.
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